domingo, 12 de febrero de 2012

Debo mantener la calma

Debo mantener la calma ¿que se supone que debo hacer? Él está ahí en la piscina muerto, flotando boca abajo. ¿Debería sacarlo? ¿Debería llamar a la policía? Tengo que mantener la calma. Un cigarrillo me calmará. ¿Cómo ha sucedido esto? La verdad es que nunca fue un hombre muy cariñoso ni muy agradable. Si estoy con él  es porque me podía dar una tranquilidad y también porque era guapo.
La primera vez que le vi llovía muchísimo, la gente corría despavorida como si el contacto con las gotas de agua les quemasen la piel, yo caminaba tranquilamente con mi gabardina amarilla, no tenía prisa, nadie me esperaba y caminar bajo la lluvia siempre me ha parecido relajante. Nadie reparaba en mí nunca, así que en esa ocasión menos, en el bullicio de la calle todos somos como el azúcar de una tarta, sabemos que está ahí pero no lo vemos. Él se paró a mi lado y me tapo con su paraguas. “pillaras una pulmonía” me dijo mirándome a los ojos con una gran sonrisa amarillenta, sin duda fumador. “permíteme acompañarte hasta un taxi, no puedo permitir que una chica tan guapa como tu enferme por mi descortesía”. Aunque mi intención no era coger ningún transporte ahí estábamos compartiendo el primer taxi de muchos.  Como un presagio de lo que llegaría cedí ante sus suplicas, también era la primera de muchas en las que impondría sus deseos o sentimientos a los míos.
Esta anocheciendo, debería entrar en casa, hace frío, me hare un cacao bien cargado. Entre en la casa y me prepare la bebida. Mirando por la ventana me contemple a mi misma riéndome de la estampa de la piscina. Una brisa vespertina movía el cadáver de lado a lado de la piscina “parece un patito de goma en una bañera golpeándose contra los bordes y retrocediendo para repetir la acción. Debería hacer algo” me encendí mi segundo cigarrillo. No creo que él ahora se vaya a molestar por que fume dentro de la casa.
En los primeros meses de convivencia juntos las normas fueron flexibles poco a poco el ambiente se fue enrareciendo hasta que las normas se volvieron férreas y el simple hecho de incumplir una era motivo de gritos y malas mañas. Nunca me pego, eso sí puedo decir en su favor, no creo que se lo hubiese permitido, ¿o sí? En sus manos no soy más que una marioneta, no sabría decir si hubiese sido fiel a mis principio y le hubiese dejado, pero no creo.  En más de una ocasión me descubrí a mi misma fumando un cigarro en la piscina a temperaturas heladoras, mientras el vigilaba desde la ventana que dejase todo correctamente tras mí. Incluso cuando se marchaba a sus viajes de negocios y yo aprovechaba para salir, con las pocas amigas que mantenía, al volver  descubría más de una docena de mensajes de él.
Maldito bastardo, ojala hubiese sido lo suficiente valiente de mandarte a la mierda. Si cada golpe en tu cabeza espero que sea para ti como cada momento de doblegación  mío te tendré que dejar ahí casi mil años.  Ya se ha echado la noche.  El cielo esta raso. No se ven las estrellas aunque no hay ninguna nube, estarán todas de celebración. Estoy agotada me voy a la cama, mañana fregare este vaso.
Esta noche he soñado contigo, hasta dominas mis sueños. No puedo desconectar de tu influjo ni mientras no estás ahí. El vaso aun esta por fregar. Es raro pero me he acostumbrado a que todo este tal y como tu deseas y este vaso sucio representa un caos para ti inconcebible. Sigues en la piscina ahora estas parado. Enciendo otro cigarro mientras me acerco a la piscina, voy a meter los pies y chapotear con el agua verduzca. Tenía que haber llamado al de la bomba de la piscina, ahora ya no importa ¿verdad? Chapoteo con el agua, aun es más divertido provocar tus traumatismos contra los bordes. Creo que tengo q hacer algo. No me había fijado ayer que estabas desnudo en la piscina. ¿Qué narices hacías desnudo en la piscina en pleno invierno y con el agua sucia? Acaso…
¿Recuerdas aquel día de verano que nos tiramos horas desnudos en la piscina haciendo el amor y jugando como críos? Pena que esos tiempos pasaran rápido. Nunca habría vuelto a fumar si tú no me hubieras presionado tanto. Aun recuerdo aquella cena con la gente de tu trabajo donde me obligaste a ir, y también recuerdo como me dolía el vientre, si y también como me hiciste quedarme después de decirte que había tenido un aborto en baño. ¿Recuerdas eso? Recuerdas como me dijiste que siempre buscaba la menor oportunidad para dejarte en evidencia delante de todos tus amigos y colegas. De cómo no era más que una niña estúpida que no sabía hacer nada más que abrirme de piernas. Recuerdas. No ya no recuerdas nada tu cabeza esta fría.
El verdín se me ha pegado en los pies. Es asqueroso. Me voy a bañar. Tenias razón tenía que haber llamado al de la bomba de la piscina. Por lo menos ahora espero no haber cogido hongos. Sería muy incomodo. El agua de la bañera me ayudara a pensar mejor que hacer ahora. Quizás hasta me ayude a decidir si llamar o no a la policía, o mejor a una ambulancia.
En aquella otra cena que me dijiste que jamás te casarías conmigo, porque yo solo era un puente hasta que llegase el verdadero amor. Alabaste mis lágrimas, haciéndome aprecias que si no se me miraba a la cara, era de las pocas personas que lloraba en el más riguroso silencio. Sin sollozos, sin enrojecimientos, solo lagrimas. Pero aquel día fue decisivo. Decidí en aquel momento terminar contigo. Con todo lo que hacía de ti y de mí un nosotros, aunque para ello tendría que vivir en la calle o robar. No iba a aguantar ni una tontería más, aunque nunca me has pegado. Y ahora sé que jamás te lo habría permitido.
Decidí esperar a que no estuvieras en casa. Un lunes cuando me hiciste el amor y te fuiste al gimnasio como todos los lunes. Recogí mis cosas, las metí en bolsas de basura, como lo que son basura. Te robe ese dinero ahorrado para tus viajes. Y me decidí a coger el autobús que me llevaría lejos de ti. Eres como un sabueso. Ahí estabas en la puerta esperando como si me leyeses la mente. Sentado tranquilamente en el capó de tu coche mirando tu reloj. Sin mediar palabra me cogiste del brazo, me metiste en la casa, me subiste las escaleras a empujones y me metiste en el cuarto.
Mentalmente vuelvo a hacer el recorrido en la bañera. Un momento. Noto algo en mi cabeza. Salgo de la bañera y me escudriño el pelo. ¡Me falta un trozo de pelo! Cubierta únicamente por una toalla decido bajar las escaleras a la piscina. Miro tu mano. ¿Por qué estas desnudo? No veo nada estas boca abajo. Rodeando la piscina llego hasta un punto donde tu estas mas a mi alcance. Te saco como puedo. Pesas muchísimo. Agarras fuertemente con tu mano derecha un gran trozo de mi pelo. Vuelvo a dejarte en la piscina. Subo las escaleras. Ahí junto a la cama estaba yo. Aquí junto a la puerta tú. Recuerdo tu empujón a la cama. Recuerdo tus preguntas. Recuerdo mi respuesta. Recuerdo ver cómo me cogiste de las muñecas obligándome a retroceder y quedarme en la cama boca arriba. Recuerdo como con una mano me sujetabas y con la otra te desabrochabas el pantalón. Recuerdo arañarte y patearte. Recuerdo el bofetón. Recuerdo el puñetazo en la cabeza. Recuerdo el desmayo. Ya no recuerdo más.
¿Por qué estas desnudo en la piscina? Me siento en la cama. Estábamos aquí. Cuando terminaste aquí, fuiste hasta el baño, siempre lo hacías que te impedía ahora también hacerlo. Quizás escuchaste algún ruido. Creo que me desperté nos encontramos justo aquí. Forcejeamos. Me agarraste del pelo. Te empuje. Caíste por las escaleras. Te golpeaste varias veces con los escalones la cabeza. Desorientado y herido alcanzaste la puerta de salida. Quizás intentaste salir a pedir ayuda. Caíste en la piscina. Muerto…
Creo que no avisare a nadie. Continuare con mi plan. Me voy a ir pero ahora me voy a llevar más que la limosna que tengo en el bolso. Me voy a llevar mi dignidad, me voy a ir con mi amor propio y sí, he de agradecerte algo. Me has enseñado a ser mujer y que nadie me haga olvidarlo.
Adiós.
 
para bajartelo>> http://depositfiles.com/files/bjgza8gm7

jueves, 9 de febrero de 2012

Empezemos

Hola sobre todo colgare mis entradas, mis historias... ahora mismo estoy trabajando en un Drama - Romantico de la inglaterra del Siglo XIX... espero que os guste...

Cuando tenga una tarde tengo un relato corto que se  me perdio por ahi y volvere a reescribir

Si alguien lee esto y se anima a participar puede mandarme sus creaciones. yo las colgare tal cual me las envies en el blog... 


mi mail::: dusa.pampina@gmail.com